¿Por qué es tan difícil hacer amigos cuando eres adulto? Supongo que ya no tenemos el tetherball ni las loncheras para unirnos (si todavía lo tienes, no te juzgo...). La explicación más probable es que las oportunidades son menos abundantes. Nos malcriaron tanto en la escuela (desde el jardín de infantes hasta la universidad) que entre clases, clubes, compañeros de habitación, etc., siempre había una oportunidad de conocer nuevos amigos. Es una burbuja cómoda.
Luego te gradúas y, especialmente si te mudas a una nueva ciudad, te encuentras empezando desde cero. *POP* Tu burbuja desaparece.
Siento eso. Pasé de una vida universitaria como miembro activa de una hermandad con una agenda llena, cinco compañeras de cuarto y viviendo a la vuelta de la esquina de algunos de mis mejores amigos, a una graduada universitaria que vive con su familia en una nueva ciudad y con un nuevo trabajo. Tenía un conocido en la zona. Durante los primeros seis meses, me sentí agotada y sola. Me encontraba saliendo todos los fines de semana para visitar a mis padres u otros amigos... cualquier cosa con tal de escaparme.
Hasta que finalmente, un compañero de trabajo me invitó a una fiesta en su casa el fin de semana. ¡¿Quééééé?! No estaba muy segura (todos ya eran amigos y no sabía si haríamos clic), pero no podía pasar otro fin de semana viendo Harry Potter (por mi propia cordura), así que dije que sí... ¡y estoy tan contenta de haberlo hecho! Esa noche terminé conociendo a algunos de mis mejores amigos actuales. Esas personas me presentaron a más de sus amigos y ¡el resto es historia!
Pero luego me moví de nuevo y volví al punto de partida...
No es que haya perdido a mis mejores amigos al mudarme, pero es difícil pasar tiempo con gente que vive a más de 400 millas de distancia.
Sin embargo, lo que aprendí a través de esa experiencia es que hay que estar abierta a nuevas experiencias y amistades. Ya no podía permitirme vivir en mi cómoda burbuja (sobre todo porque ya no tenía una); pero, además, ¿por qué querría limitar mi círculo social a mi burbuja? Hay tantas otras personas maravillosas en el mundo. Es un concepto loco, lo sé... Así que me abrí, me puse en situaciones sociales ligeramente incómodas y, con el tiempo, hice más amigos.
Dicho todo esto, también aprendí que está bien seguir siendo selectiva con mis amistades. ¡¿Selectiva?! ¿Cómo puedes ser selectiva con tus amistades cuando ni siquiera tienes amigos con los que serlo? Bueno... a través de mis esfuerzos por encontrar amistades, conocí a muchas personas tóxicas que trajeron drama, dolor, estrés y ansiedad a mi vida...
¡NO, GRACIAS!
Soy una mujer ocupada y, francamente, prefiero pasar tiempo sola que con gente tóxica. *SORPRESA* A mis 22 años me estremecería la idea de estar sola en general (¡perdedora!). La ironía de verme obligada a pasar tiempo sola cuando no tenía "amigos" es que desarrollé un nuevo sentido de seguridad y confianza en mí misma que me permitió sentirme más cómoda estando sola y ser más selectiva con mis amistades. En este punto de mi vida, solo me interesa jugar a la pelota atada con personas que sean honestas, divertidas, sin dramas, comprensivas, motivadas y aventureras (por nombrar algunas).
Parece que estoy creando un perfil de citas, y honestamente, eso no es del todo falso. Hacer amigos cuando eres adulto es como tener citas. Siempre que conozco a una nueva amiga potencial, me río de la ligera incomodidad que supone pedirle el número de teléfono a otra chica y luego enviarle un mensaje de texto que diga "¡Fue un placer conocerte! ¡Deberíamos ir a tomar algo la semana que viene !" . Sigues teniendo citas informales, como caminatas, happy hour y hacerte la manicura para conocer la onda de la otra.
¿Tenemos aficiones similares en común?
¿Cómo hablan de sus otros amigos?
¿Podemos reírnos de las mismas estupideces?
¿La amistad parece mutuamente respetuosa?
Cuanto más pasan tiempo juntos, más cómodos se sienten el uno con el otro y comienzan a compartir secretos. Esperas poder confiar en que no te juzgarán, que no compartirán tu ropa sucia con el resto del mundo... Literalmente, estás saliendo con alguien para ser amigo.
La moraleja de la historia es que hacer amigos de calidad cuando eres adulto es DIFÍCIL, y no eres la única persona que ha sentido o siente esto. Así que primero, siéntete muy cómodo estando solo. Luego, sal contigo mismo a una cita: prueba algo nuevo, inscríbete en clases o trabaja como voluntario en una organización local. No tengas miedo de invitar a alguien a una cita amistosa. La mayoría de las personas están abiertas a hacer nuevas amistades. ¡Diviértete!