Hoy es mi último día trabajando en la rueda de hámster de las corporaciones estadounidenses y ¿sabes qué tengo que decir? ¡Adiós a la rutina diaria de lunes a viernes de 9 a 5! ¡¡¡GUAU!!! No es que tenga una carrera extensa sobre la que escribir, pero incluso 8 años pueden parecer una vida entera cuando uno tiene sueños propios.
No me malinterpretes, estoy absolutamente aterrorizado.
También me siento muy entusiasmado, lleno de más impulso, determinación y pasión de la que he sentido en mucho tiempo.
Kelly y yo tomamos un sueño del que nuestra familia ha hablado durante años y lo convertimos en realidad... ¡en un negocio legítimo! Y ahora tengo la oportunidad de concentrarme en hacer crecer ese sueño con el 150 % de mi tiempo y energía. ¡¿Qué tan genial es eso?!
Después de nuestro primer día en la Off-Road Expo, Kelly y yo estábamos sentados en nuestras camas de hotel comiendo en In-N-Out, repasando el día. No solo pudimos hablar con gente sobre motocross y MCREY, sino que también vendimos todos los artículos y pudimos asistir a un evento de happy hour y divertirnos con gente de la misma industria. Nos miramos y nos reímos con incredulidad: "Amigo, no puedo creer que esta sea nuestra vida".
Sinceramente, todavía no lo puedo creer... y ahora soy responsable de mi propio sueldo, de mi propio horario, de mis prioridades y de mis tareas. ¿Se puede decir LIBERTAD? Pero, ¿sabes qué viene después de que mi cerebro grite libertad durante unos minutos? ¡Dios mío! ¿Cómo vas a pagar las facturas, maldito psicópata?
Excelente pregunta. Me he familiarizado tanto con ella que no me importa no tener una respuesta definitiva.
Respuesta corta: comprar más camisetas.
Respuesta larga: Lo resolveré y estaré bien.
Sinceramente, estoy viviendo mi sueño. No porque no tenga que fichar ni rendirle cuentas a nadie más (técnicamente, le respondo a Kelly porque nos exigimos mutuamente cuentas), sino porque trabajo por un propósito que me apasiona en una industria que amo.
La vida es demasiado corta para tenerle miedo a tu trabajo. Punto. Vale... es más fácil decirlo que hacerlo, pero ¿recuerdas alguna vez en la que empezaste un nuevo trabajo y todo era encantador, divertido y emocionante? ¿Con qué rapidez se desvaneció eso? Imagina despertarte para ir a trabajar sintiéndote así todos los días. TODOS. LOS. DÍAS. Esa sensación no tiene precio. Por ejemplo: Estoy tan feliz trabajando en MCREY que la idea de no recibir un sueldo fijo, un plan de jubilación 401k, beneficios cubiertos, etc. ¡ni siquiera me asusta! (¿Ya puedes oír la tensión en mi voz? Jaja, broma...)
No quiero ponerme demasiado sentimental, pero he pasado mucho tiempo reflexionando sobre todo lo que me ha llevado a este punto. No siempre fue fácil (lee el blog anterior, Horrible Bosses ), pero me doy cuenta de que necesité cada una de esas experiencias, oportunidades y relaciones para ayudarme a llegar a donde estoy hoy. Para prepararme para iniciar y dirigir mi propia empresa; para dar un paso adelante como líder y director ejecutivo; para hacer realidad mis sueños.
Ojalá alguien me hubiera dicho eso cuando ganaba el salario mínimo y los clientes me gritaban porque su coche de alquiler no era del color correcto...
La visión retrospectiva siempre es 20/20.
Así que aquí está el comienzo de un viaje aterrador, salvaje, emocionante e inolvidable. Sé que no siempre habrá arcoíris y sol, pero incluso las tormentas eléctricas no parecen tan malas cuando el agua alimenta tu propio jardín.